Entiendo por identidad eso que nos hace únicos, que nos diferencia de las demás personas. Como todos, hay detalles que me diferencian y detalles que me hacen igual a los demás.
En el ir y venir de la vida he ido recogiendo pedacitos de historias, de gustos, de influencias, que han hecho de mi la persona que soy, que me definen como alguien único y a la vez común.
De mis padres aprendí y heredé la idea de luchar siempre por alcanzar las metas con esfuerzo y no buscar "la vía fácil"; que no importa cuantas veces la vida te revuelque, sino cuantas veces te levantés y batallés.
Mi padre influenció el gusto por los deportes (especialmente el beisbol), convirtiéndome en un aficionado (no fanático) a casi todo lo que implique actividad deportiva. Como todos, tengo mis preferencias: ciclismo, futbol, beisbol, automovilismo... y así sucesivamente. De esto puedo decirles que mi pasión es el ciclismo, es el deporte que me apasiona y espero poder seguirlo practicando hasta morir.
A pesar de que practico ciclismo (a nivel aficionado, no crean que compito), nunca fui de hacer dieta y medir lo que como; amo la comida nicaragüense sobre todo, la comida hogareña, la fritanga, el vaho, el vigorón, los chicharrones y, por supuesto, no me siento completo si los sábados no desayuno con un nacatamal.
¿Y las bebidas? Café negro, de ese que te despierta con su aroma; tostado en casa y molido en piedra (si, en mi casa así lo hacen), a mi forma de ver las cosas, es el único café que existe (sin menospreciar a los que gustan de capuccinos, frappes, moccas y no sé qué otra cosa).
Gusto del rock, no muy "heavy", principalmente ese rock viejito de los años sesenta y setenta, (gusto heredado de uno de mis hermanos mayores) de los Pink Floyd, Led Zepellin, Credence Clearwater, Jimmi Hendrix y contemporáneos. ¿En español? Igual, el viejito, al estilo Ruido Blanco, sabinero y amante de las baladas románticas. Ahhh... y la salsa, pa´bailar.
Adicto al internet, a estar al tanto de lo última información; a pasar conectado durante mucho tiempo; esto ha hecho que me cueste mucho ser abierto con las demás personas, hacer amistades, y dejar de aplicar filtros. Sigo siendo muy "enmimismado", de los que prefieren callar cuando hablando no se logra mucho; de los que intentan resolver los problemas solos, sin contarle a nadie (aunque al final paguemos el precio de ser así). Sigo siendo de los que tiene pocos amigos, pero es amigo de muchos. Sigo siendo un soñador, que no tiene miedo a caer cuantas veces sea preciso, cuantas veces sea necesario empezar de cero.
Un poco sarcástico, algo de güegüense, algo jodedor, mucho de nica. Eterno enamorado, un tanto romanticón, un poco ególatra (si, no lo niego).
Y así, podría extenderme enumerando datos y contándoles detalles que forman parte de lo que soy hoy en día; al final, creo que son los gustos, influencias, miedos, sueños y esperanzas lo que poco a poco van definiendo nuestro carácter como persona, nuestra identidad como ser humano.
