lunes, 7 de abril de 2014

Escribiendo al peso de la lengua.

¿Estamos seguros de la información que compartimos?

Desde hace unos días se me ha grabado en la mente esta inquietud, a pesar de que he disminuido significativamente el uso de las redes, de vez en cuando doy una revisada a lo que están compartiendo mis amigos (en Facebook) y personas que sigo (Twitter, Google+, Tumblr, etc.). Al darme tiempo para leer, más que para escribir, me doy cuenta de que la mayoría estamos (sí, me incluyo) cayendo en el error de compartir información de la que no estamos seguros, información a medias; sin comprobar antes si lo que estamos compartiendo es la verdad, o si viene de fuentes fidedignas.

Muchas empresas de marketing online han hecho estudios sobre este tema, descubriendo que la mayoría de los usuarios compartimos información que ni siquiera leemos, aquí un ejemplo: Los usuarios de Twitter no leen lo que "retuitean"

Hoy, casualmente, encontré dos tuits y un estado en FB que confirmaron mi inquietud (no se los comparto porque mi objetivo no es generar controversia), dos personas acusando a otra de narcotraficante, así, al "peso de la lengua", sin tener ningún asidero legal o una fuente que se los confirme, en Facebook encontré otro caso similar; y así podría citar muchos ejemplos que veo a diario. Esto provocó que me hiciera la interrogante ¿Qué pasaría si la persona de la que hablamos lee eso y toma acciones legales? ¿Estamos en capacidad de afrontar una demanda por injurias? Probablemente no.

Creo que es un tema sobre el que debemos recapacitar, lo que compartimos en las redes queda grabado como parte de nuestra huella digital y puede llegar a manos de la persona, o entidad, de la que hablamos y generarnos grandes problemas (en el peor de los casos); es necesario también que antes de compartir una información la verifiquemos, o al menos leamos, para no caer en el error de mal informar. Por mi parte, haré lo posible por no caer en estos errores nuevamente (es muy probable que los haya cometido más de alguna vez).

Alguien me dijo que las redes son un espacio de opinión y que no se debe censurar; cierto, pero creo que una cosa es dar una opinión y otra es asegurar algo. Opinar es un derecho y, como derecho, termina donde empieza el derecho de la otra persona.