sábado, 14 de julio de 2012

Sobre la vía...

Los accidentes de tránsito se han convertido en el pan nuestro de cada día, una y otra vez los medios de comunicación nos inundan con estas noticias. Según datos de la Policía Nacional, al 15 de abril se registraban 7291 accidentes de tránsito (5% más que el año anterior) y 209 fallecidos (un incremento del 15% en relación al 2011). Pero ¿qué es lo que está pasando realmente? ¿Somos tan malos al volante los nicaragüenses? ¿cuál es el/los problemas?

Las autoridades de tránsito han alegado históricamente que las principales causas de los accidentes son el exceso de velocidad, estado de ebriedad, malas maniobras y fallas mecánicas. Si bien estas son las causas más comunes, hay muchos de detalles que deben ser tomados en cuenta en pro de mejorar esta situación, en los cuales estamos fallando y deberían ser tomados en cuenta. Ahondaré un poco en tres de ellos, en los cuales considero debemos mejorar:


1. Las carreteras con las que contamos son insuficientes dado el incremento del parque vehícular; a pesar de haber mejorado en los últimos años todavía falta mucha infraestructura vial que permita una mejor circulación, tanto de vehículos como de motocicletas, bicicletas y peatones. En las ciudades, Managua principalmente, hay mucho trabajo por hacer, el tráfico es infernal y se debe buscar formas de hacerlo más fluido; señalizaciones, vías alternas, ciclovías, etc. En las carreteras abiertas también hace falta trabajo, por ejemplo: recientemente se revistió gran parte de la carretera panamericana; principalmente el tramo hacia los departamentos del norte del país, sin embargo, la nueva capa es más angosta que la existente, de lo que deriva que los vehículos pasan más cerca el uno del otro; además pone en peligro a las personas que circulan en bicicleta o a pie pues, prácticamente, no se ha dejado espacio para su circulación.


2. El parque vehícular se está volviendo viejo en su mayoría; en Nicaragua circulan muchísimos vehículos de 20 o más años de funcionamiento, vehículos que aunque sean muy bien cuidados han llegado al fin de su vida útil y empiezan a convertirse en máquinas de descarte. La Policía Nacional en numerosas ocasiones ha intentado ejecutar planes para sacar de circulación los vehículos con problemas de funcionamiento; sin embargo, siempre hay deficiencias al momento de ejecutar el plan y muchas "chatarras" se salvan de ser jubiladas.


Siguiendo con el tema de los vehículos hay una interrogante que siempre me he planteado ¿Quién controla la calidad de los vehículos nuevos que entran al país? Sinceramente no sé si existe este control, de no ser así es muy necesario. Latinoamérica no es el primer mercado de los fabricantes de automóviles, primero están Estados Unidos, Europa y los países desarrollados de Asia (Japón, China, Corea, etc.), por lo que estamos propensos a que los fabricantes introduzcan lo que no pueden vender allá, dado que en nuestros países los controles de calidad son mínimos. En otros países se ha visto como las empresas han tenido que retirar grandes cantidades de vehículos o pagar millonarias indemnizaciones debido a fallas de fábrica; Nicaragua no es el caso, aquí todo lo que viene es bienvenido con solo traer el certificado de un fabricante, y si es prestigioso mejor.


3. La Policía Nacional comete muchos errores al momento de extender licencias de conducir, el sistema de calificación es muy frágil y se presta a que cualquier persona, sin ser buen conductor o sin dominar por completo las leyes de tránsito, pueda adquirir su licencia de conducir. Además que siempre hay agentes que se prestan al juego de emitir el documento "por debajera" a cambio de una buena coima, sin importar la calificación como conductor del individuo.


Amén de estos tres hay muchos otros problemas que incrementan los riesgos de accidentes, para los cuales necesitaría mucho más que una entrada en este blog: necesitaría hablar aún de la falta de educación vial, tanto del conductor como el peatón; la falta de señalización adecuada en muchos puntos; la muy conocida impuntualidad de los nicaragüenses que nos obliga a "correr" más de la cuenta; el estrés que causa la vida cotidiana, el exceso de velocidad, la imprudencia peatonal, el consumo de alcohol y demás sustancias, etc. etc. etc.